sábado, 20 de febrero de 2010

Tendré que hacer una complicada lista de explorador de nuevos mundos para no olvidar pedirte tantas cosas absolutamente necesarias...
Para viajar por donde los mapas sólo guían en verso necesito que me regreses mis alas, porque para ir tan lejos ya no me alcanzan este par de piernas. También, si es que aún las conservas, las crayolas gruesas con soporte para dedos, porque habré de dibujarme una cara nueva en cada esquina; es que mi cara ha sido tan igual todos estos años y ya estoy cansada de pedir prestados gestos a antepasados remotos.
Tus guantes, si no es mucha molestia, porque para tomar nuevas verdades desde la raíz hasta la punta, un par de manos blancas e inexpertas no son gran cosa. Y ya que menciono los guantes, habré de necesitar tus manos, sólo la derecha y por un instante, ya que aún me faltan cinco ombligos para poder mirara a la luna frente a frente y decirle que no sólo lo siento en las tripas, también el resto del cuerpo, al igual que ella, lo tengo repleto de agujeros/volcanes tan llenos de amancecer/atardecer que he olvidado narrar mis historias desde el inicio

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