domingo, 18 de abril de 2010

Binomio

A mi mitad más dolorosa he dejado de mirarla a los ojos.
La doblo como origami en forma de ratón
Que con un riñón igual funciono
Que una pierna es suficiente

Que con una mano basta
Manca y coja puedo ir por la vida, lenta y chueca para reescribir los últimos párrafos con mi peor ortografía y puntuación
Que el mensaje fue el mismo
Que la conclusión es siempre igual
Divídeme en fracciones y soy la misma, si falta un trozo, crece cicatriz o puedo aprender (de muertito) a flotar.

Urbanismo emplumado

Navegaré entre cables telefónicos por las calles de la ciudad mientras llueva
Porque a veces se me olvida cómo viajar y recordarme que soy mujer-pájaro de travesías extensas
Y con el cuerpo empapado podré gritar a los cuatro vientos que no necesito de un mapa para encontrar mis diez dedos, olvidados por el uso de zapatos, que son más míos que nunca, a pesar de que no conocen por vista, tacto ni olfato la acera sucia donde por primera vez me conocí

Narvarte #26

Se me antoja un chapuzón dentro del charco metafísico de tu adentro para buscar lo que siempre ha estado perdido (derecha izquierda) y recuperar lo que siempre fue mío
Y después, si me dan ganas
te invito a mirar por mi ventana y veremos esas flores lilas que se pierden entre coches o que pisan las mujeres
también a ese perro de todos los colores que exibe sus costillas y sabe más del dolor
tan humano que se siente justo debajo de la nuca cuando entiendes lo que es la soledad
Después me tejeré en un suéter de angora
para abrazarte-abotonarme y procurar que al menos uno de los dos no muera de frío
Beberás café amargo y yo dignamente aceptaré tus manchas,
hasta que te duermas y abotonada y sucia vele tu sueño de párpados blancos,
devore los fantasmas de tus sueños
y como lupa
magnifique lo que sigues siendo para hacer menos dolorosa tu presencia
tan corta y silenciosa.